Este artículo está vinculado al aprendizaje y las técnicas de estudio, y trata sobre el que seguramente sea el tema más importante (y seguramente también el más molesto) para muchos estudiantes: cómo estudiar un texto.
Las claves para estudiar un texto son comprender el significado, parafrasear el texto, dibujar un cuadro sinóptico o un mapa mental, memorizar repitiendo en voz alta o escribiendo, utilizar reglas mnemotécnicas y verificar que el texto esté siendo memorizando. Por último, la recomendación es desarrollar la memoria para poder retener más en menos tiempo.
Sigue leyendo y te cuento a fondo acerca de cada una de estas claves.
Estudiar y memorizar un texto es algo ineludible en cualquier materia que estudies
Todos en algún momento debemos leer y retener un texto en nuestra memoria. No importa que estudies Matemática, Física o Química. Incluso las materias que tienen más práctica que teoría requieren siempre aprender algún texto.
Dentro del periodo de preparación de un examen, la memorización y el aprendizaje de los textos es la parte más tediosa, aburrida y que más tiempo lleva.
Generalmente, para los estudiantes de las ciencias duras es lo peor que puede existir. ¿Piensas igual?
Sin embargo, no hay alternativa y hay que estudiar sí o sí.
Por eso, vamos a ver algunos puntos importantes a tener en cuenta a la hora de estudiar textos. Voy a suponer aquí que el texto ya se encuentra resumido y que solo resta empezar a memorizarlo.
1. Comprende el significado
No puedes estudiar lo que no entiendes. Antes de empezar a memorizar es vital poder captar el concepto que transmite el texto.
Hazte las siguientes preguntas: ¿De qué trata? ¿Qué intenta decir? ¿Con qué se relaciona?
Si la explicación es muy difícil, entonces puede ser necesario que alguien te tenga que ayudar a comprenderla.
2. Parafrasea el texto
Seguramente alguna vez escuchaste la frase «explicarlo con tus palabras». A esto me refiero con «parafrasear».
Tienes que ir reemplazando cada una de las palabras más difíciles por otras que te sean más familiares.
En este proceso tienes que tener especial cuidado de no cambiar el significado del texto. Es por eso que es tan importante el punto anterior. Sin entender lo que estás estudiando, tampoco es posible parafrasearlo.
3. Dibuja un cuadro sinóptico o mapa mental
En Mentes Liberadas hemos visto cómo aprovechar los mapas mentales y los cuadros sinópticos. Si es posible, descompone el texto en partes y dibuja algún tipo de estructura jerárquica que te ayude a clasificar las partes. Este proceso ayuda a aclarar las ideas y ordenarlas.
Luego, al memorizar, la tarea te resultará más sencilla si tienes en mente el diagrama o el mapa mental creado anteriormente.
4. Memoriza repitiendo en voz alta
No hay que estudiar de memoria, sino entender los conceptos. Sin embargo, esos conceptos tienen que quedar grabados en la memoria.
Una forma de lograr esto es repitiendo en voz alta. Di una frase y repítela. Luego, intenta añadir otra. Luego otra y así sucesivamente.
Tienes que repetir las frases hasta que se queden en tu memoria. ¿Esto lleva tiempo?
Sí, salvo que tengas una memoria eidética o que el tema te apasione. Descubrirás que cuando algo realmente te gusta, lo memorizarás con mucha facilidad.
Sin embargo, aun eligiendo una carrera que te guste, no siempre estudiarás temas que te parezcan interesantes.
5. Memoriza escribiendo
Esta es otra alternativa, aunque es bastante más lenta. Puede ser útil combinarla con la anterior.
Tienes que intentar memorizar, primero repitiendo en voz alta, y luego escribiendo el texto en una hoja.
Lo que tiene a favor es que mientras vas escribiendo, el cerebro tiene suficiente tiempo para refrescar los conceptos. Además, hay quienes dicen que el proceso cognitivo de escribir ayuda a la memorización.
6. Utiliza reglas mnemotécnicas
Las reglas mnemotécnicas son un truco para memorizar. Esto es particularmente útil cuando debes enumerar ítems.
Yo lo suelo usar mucho. Es común tener que enumerar causas y consecuencias de algo, o ventajas y desventajas. El primer truco es recordar cuántas hay de cada tipo. Es decir, cuántas ventajas hay y cuántas desventajas.
Luego, se puede intentar armar una palabra con la primera letra de cada una de ellas, o con la primera sílaba, o de cualquier forma que se te ocurra y que te ayude a recordar todos los ítems.
¿Prestaste atención al título de este ítem? Dice «Utiliza» reglas mnemotécnicas y no «Abusa de». Cuidado con eso.
7. Verifica que haya quedado memorizado
Generalmente, esto lo harás al otro día. Yo no recomiendo que lo hagas durante la misma jornada porque es fácil recordar lo estudiado en el mismo día con algunas horas de diferencia.
Es preferible dejar pasar el tiempo para, luego sí, chequear que los conocimientos te hayan quedado grabados en tu memoria.
8. Desarrolla la memoria
La memoria es una herramienta que tiene tu cerebro. Se puede entrenar para sacarle el mayor provecho. Existen técnicas que permiten mejorar la capacidad de memorización de una persona promedio en una medida inimaginable.
Para eso, es necesario recurrir a libros especializados y cursos. Si te interesa el tema de la memoria, repasa el artículo sobre aprender a memorizar por asociación.
También puede interesarte el libro Aprende como Einstein y Desarrolla una mente prodigiosa de Ramón Campayo.
Esto representa una inversión de tiempo y dinero, pero a largo plazo puede resultar beneficioso.
Cuando hay que estudiar mucho texto
En algunas carreras, como por ejemplo en las de ciencias sociales, filosofía y letras, la cantidad de texto a estudiar y memorizar puede ser abrumador. Estoy hablando de libros y apuntes de cientos de páginas.
En ese caso, no vas a poder aplicar técnicas de memorización como la que te explico en este post. Te recomiendo el artículo Cómo estudiar grandes volúmenes de texto.
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Esto ha sido todo por este artículo. Espero que haya sido de tu agrado.
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Te espero en el próximo artículo de Mentes Liberadas.