Si llegaste a este artículo es porque te fue mal en un examen o en una presentación en la universidad. La palabra que ronda en tu mente es fracaso. Estás leyendo el artículo indicado.

Este artículo no intenta ser un bálsamo para tu alma, pero sí explicarte algunos aspectos básicos de cómo funciona la educación superior y el mundo.

Esto no va a ser un sermón ni una charla para levantarte el ánimo. Simplemente, me importa que comprendas por qué ocurre y por qué no es tan malo como en este momento estás pensando.

Esta entrada buscará hacerte entender que fallar es parte del proceso de aprendizaje.

El momento del fracaso

Terminó un periodo muy duro y tal vez tus resultados fueron malos. O tal vez estudiaste muchísimo para ese examen, pero todo salió al revés y el esfuerzo no sirvió para nada.

Piensas que has fracasado. Y quizás piensas también que tu carrera es un fracaso y que es solo una parte del gran fracaso que es tu vida.

Ves la nota del examen y en un segundo te pasa por la mente todo lo que estudiaste las últimas semanas.

«No lo merezco», piensas.

Pero en el ámbito universitario el esfuerzo y la dedicación poco importan a la hora de los resultados. Por supuesto que sin ellos es casi imposible llevar adelante una carrera. Pero con ellos, tampoco nada está asegurado.

La primera reacción al fracaso

Hay todo tipo de reacciones cuando te desaprueban.

La típica es echarle la culpa al profesor o a la profesora por la exigencia en el examen, por su rigurosidad al corregir, por haber tomado algo que no estaba en el temario o por cualquier otro motivo.

Otra es tirarse abajo uno mismo. «No sirvo para esto», o «me equivoqué de carrera» o «esta universidad es demasiado difícil para mí».

Otros tipos de reacciones están asociados a la tristeza y a la depresión.

Si bien esas reacciones son naturales, en realidad, no tienen fundamento razonable. ¿Qué importa el motivo del fracaso? Lo importante es el fracaso en sí mismo.

Fracasar es parte del aprendizaje

Tienes que entender que fallar es una asignatura más del programa de tu carrera.

Sí, equivocarse es importante y es parte del proceso de aprendizaje. Por supuesto que duele cuando llevas meses haciendo un trabajo duro y esforzado y todo sale mal.

Pero es mejor que un cirujano falle en la facultad de medicina y no operando a un paciente; que un ingeniero civil se equivoque en un examen y no que se venga un puente abajo; o que un farmacéutico equivoque la dosis en el papel de una prueba y no al entregar una medicina a un paciente.

Del fracaso lo importante es superarlo

Muchas veces se dice que el primer paso para resolver un problema es admitir que se lo tiene.

Bueno, en el caso de los fracasos en el estudio, el primer paso para superarlos es reconocer que son parte del proceso de aprendizaje.

No tienes que tirarte abajo, todos los exámenes se pueden volver a dar. Sí, lleva tiempo y tendrás que hacer todo de nuevo, pero así es como se hace una carrera universitaria.

Tienes que avanzar esquivando los golpes lo mejor que puedas. Alguno recibirás.

Pero a levantarte y seguir estudiando, que no se ha perdido nada.

Al contrario, lo que no te mata te hace más fuerte o como dijo Nelson Mandela:

La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre

Cuéntanos tu experiencia con tu fracaso en la universidad

A veces, la mejor forma de sacarse un peso de encima es contarlo.

Comparte tu historia de fracaso en los comentarios. No solo puede aliviarte a ti, sino también ayudar a otras personas que creen que solo les pasa a ellos.

Más contenido en Mentes Liberadas

Esto ha sido todo por este artículo. Espero que haya sido de tu agrado.

Te invito a que sigas a Mentes Liberadas en las redes sociales. Estamos en FacebookInstagramPinterest X.

También te puedes suscribir a nuestro newsletter para recibir las novedades del sitio en tu correo electrónico.

Gracias por tomarte el tiempo de leerme.

Te espero en el próximo artículo de Mentes Liberadas.

Etiquetado en:

, , ,

Acerca del Autor

Alejandro De Luca

Nací en Buenos Aires y soy programador web. Me defino como un rebelde autodidacta y cafeinómano. Vivo comparando la vida real con Los Simpsons. Creé Mentes Liberadas para compartir consejos, recursos y herramientas para la escuela y la universidad. Vivo en Montevideo, Uruguay.

Ver Artículos