Esta semana vi en televisión una nota breve de un noticiero donde hablaban sobre la moda de copiar y pegar por parte de alumnos universitarios. Me pareció un buen tema para tratar en Mentes Liberadas.

Copiar y pegar sin leer lo que se copia está mal porque pierdes el objetivo de realizar tu propia investigación, desvalorizas tu trabajo, te arriesgas al plagio y no aprendes absolutamente nada.

Sigue leyendo y abordemos este tema tan problemático.

El auge de internet y de las cabezas huecas

Con la popularización de internet como fuente de investigación, algunos alumnos que crecieron y aprendieron a utilizar esta herramienta olvidaron o jamás entendieron cuál es el objetivo de buscar información, interpretarla y producir un texto original.

Hoy en día es bastante común que cuando a un alumno le piden realizar un trabajo práctico, este acuda a internet, busque información y al encontrar algo más o menos que le parece que le sirve, lo copie completamente leyéndolo por arriba y lo agregue sin cambiarlo en su informe.

Lo mismo ocurre cuando se utiliza ChatGPT, creyendo erróneamente que es infalible y que tiene respuesta para todo.

Pero también hay casos peores, como por ejemplo los alumnos que buscan un trabajo práctico ya realizado y lo presentan como propio.

Esta moda de copiar y pegar viene desde hace unos años, cuando la red se infestó de sitios web que brindaban informes y trabajos ya hechos (algo que nunca van a encontrar en Mentes Liberadas).

Al ser los alumnos los que estaban en mayor contacto con la tecnología, los profesores no tenían los conocimientos para detectar si el trabajo práctico era original o una copia.

Hoy en día, con la posibilidad de generar textos con inteligencia artificial, esto es todavía más complicado para los docentes.

¿Por qué está mal copiar y pegar?

Pierdes el objetivo de aprender a investigar

Porque te olvidas del objetivo fundamental que es aprender a investigar.

Esto incluye aprender a buscar, diferenciar las fuentes, entender el texto, modificarlo y adaptarlo a las necesidades y excluir lo que no te sirve. Componer un texto, extrayendo conceptos e ideas de distintas fuentes, redactar, revisar y mejorar lo escrito.

Todas esas actividades son las que aprendes al realizar un trabajo práctico de investigación, no solo el tema que investigas.

Desvaloras tu propio trabajo

También desvaloras tu propio trabajo porque copiar algo es una demostración de menosprecio por lo que eres capaz de hacer.

Cuando le pides a ChatGPT que te dé información directamente procesada, estás rindiéndote ante un algoritmo, creyendo que puede hacer el trabajo mejor que tú.

Copiar sin citar la fuente es plagiar

Si buscas desarrollar honestidad profesional y seguir una línea de conducta intachable, el plagio es algo inadmisible.

Y recuerda algo importante: el hecho de hacer trampa invalida cualquier conducta apropiada que hayas tenido en el pasado o que tengas en el futuro.

El desinterés en aprender de verdad

Lo más llamativo, quizás, es el desinterés en leer lo que se copia.

Los profesores han encontrado incoherencias tan grandes en algunos trabajos prácticos, que llaman la atención.

En una nota periodística que vi en televisión hace unos años, un profesor de leyes argentino que dicta una cátedra sobre legislación argentina, declaró haber corregido trabajos prácticos de su asignatura que mencionaban legislaciones extranjeras. Es decir, que la persona que copió y pegó ni siquiera leyó el texto que entregó.

Los docentes están más capacitados hoy en día y ya disponen de herramientas para detectar plagios. Las sanciones por este tipo de acciones pueden ser terriblemente severas y terminar con la expulsión en algunas universidades.

Sin embargo, hay que tener mucho cuidado. Las supuestas herramientas que detectan si algo está hecho con inteligencia artificial, no funcionan bien realmente y arrojan cualquier resultado.

Si copias trabajos de esta manera o estás considerando hacerlo… piensa para qué estudias. ¿Es para aprobar materias? ¿Para agregarle una abreviatura inicial a tu nombre al graduarte? ¿O para aprender realmente?

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Esto ha sido todo por este artículo. Espero que haya sido de tu agrado.

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Gracias por tomarte el tiempo de leerme.

Te espero en el próximo artículo de Mentes Liberadas.

Acerca del Autor

Alejandro De Luca

Nací en Buenos Aires y soy programador web. Me defino como un rebelde autodidacta y cafeinómano. Vivo comparando la vida real con Los Simpsons. Creé Mentes Liberadas para compartir consejos, recursos y herramientas para la escuela y la universidad. Vivo en Montevideo, Uruguay.

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