Te esfuerzas, apruebas exámenes, consigues un buen trabajo… pero sigues sintiendo que no eres lo bastante bueno y que en cualquier momento te descubrirán. Eso es el Síndrome del Impostor, y afecta a más estudiantes y graduados de lo que imaginas. En este artículo nos vamos a detener en este fenómeno psicológico.

El Síndrome del Impostor es esa sensación persistente de que no eres lo suficientemente bueno, de que tu éxito se debe a la suerte y no a tu esfuerzo o capacidad. A pesar de tus logros, sientes que en cualquier momento los demás descubrirán que eres un fraude. Es un problema común entre estudiantes y jóvenes profesionales, que muchas veces se exigen demasiado y subestiman su propio talento.

Sigue leyendo y descubre cómo sobrellevar y superar este problema que afecta a tantas personas.

¿De dónde surge el Síndrome del Impostor?

El término Síndrome del Impostor fue acuñado en 1978 por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes. En su estudio inicial, observaron que muchas mujeres exitosas sentían que no merecían sus logros y atribuían su éxito a la suerte o a factores externos en lugar de a su talento o esfuerzo.

Con el tiempo, se descubrió que este fenómeno no afecta solo a mujeres, sino a personas de cualquier género, especialmente en entornos académicos y profesionales exigentes.

Primero que nada, quiero aclararte que esto no es una enfermedad ni una condición. Es solamente un fenómeno psicológico que afecta a muchas personas.

¿Cuáles son los síntomas de padecer el Síndrome del Impostor?

Tal vez te estés preguntando si estás padeciendo este fenómeno psicológico. A continuación, te voy a dejar algunos síntomas que pueden ser señales de que te está afectando.

1. Dudas constantemente de tu capacidad

Las personas con Síndrome del Impostor sienten que nunca son lo suficientemente buenas, sin importar cuántos logros acumulen. Pueden aprobar exámenes con excelentes calificaciones o recibir elogios en el trabajo, pero siguen creyendo que fue suerte o que no tienen las habilidades necesarias.

2. Sentir que todo el éxito logrado fue por pura suerte

En lugar de reconocer su esfuerzo y dedicación, quienes padecen este síndrome creen que su éxito se debe a factores externos, como estar en el lugar correcto en el momento adecuado. Piensan que no han ganado su puesto en la universidad o el trabajo por mérito propio, sino por azar.

3. Miedo a ser «descubierto» como un fraude

Este es uno de los sentimientos más angustiantes: la idea de que, en cualquier momento, alguien notará que no eres tan bueno como los demás creen. Este miedo constante puede generar ansiedad y estrés, haciendo que evites situaciones donde sientas que pueden evaluarte.

Imagina lo siguiente. Alguien te expone delante de otras personas, señalando todas tus falencias y errores. Y luego, un proceso burocrático o legal se pone en marcha para quitarte todas tus credenciales obtenidas y reducirte a la nada desde el punto de vista profesional o académico. ¿Alguna vez pensaste que algo así podría ocurrirte? Este es el miedo a ser «descubierto».

4. Autosabotaje

Muchas veces, el miedo al fracaso lleva a evitar nuevas oportunidades. Puede que postergues tareas importantes, no apliques a becas o trabajos por temor a no ser suficiente, o incluso rechaces oportunidades de crecimiento por creer que no las mereces.

5. Excesiva autocrítica y dificultad para aceptar elogios

Cuando alguien te felicita por un logro, ¿sueles responder con frases como «no fue para tanto» o «cualquiera podría haberlo hecho»? Esta dificultad para aceptar elogios es una señal clara del Síndrome del Impostor, ya que te cuesta reconocer tu propio valor.

6. Compararte con los demás

En la universidad o el trabajo, siempre habrá alguien que parece más inteligente, rápido o talentoso. Si constantemente te comparas con los demás y sientes que nunca estás a la altura, es posible que el Síndrome del Impostor te esté afectando.

7. Perfeccionismo extremo

Las personas con este síndrome suelen tener estándares imposibles de alcanzar. Si un trabajo no es perfecto, sienten que no sirve. Este perfeccionismo puede llevar a la procrastinación, la frustración y la sensación de que nunca son lo suficientemente buenos.

Consecuencias de padecer el Síndrome del Impostor

Padecer este tipo de problemas no es gratis. Desde ya, afectará tu salud y tu carrera académica o profesional. Repasemos algunos de los inconvenientes que trae el Síndrome del Impostor.

1. Estrés y ansiedad

Vivir con la sensación de que en cualquier momento serás «descubierto» como un fraude genera altos niveles de estrés. La ansiedad se convierte en una carga diaria, afectando tu bienestar emocional y tu rendimiento en la universidad o el trabajo.

2. Postergación de proyectos

Como te contaba antes, el perfeccionismo extremo y el miedo al fracaso pueden llevarte a postergar tareas importantes. En lugar de avanzar, das vueltas y buscas excusas para no empezar, lo que termina afectando tu productividad y generando aún más ansiedad.

3. Dificultad para aceptar logros

Cuando no reconoces tu propio esfuerzo, te privas de la satisfacción que viene con el éxito. En lugar de celebrar tus avances, minimizas tus logros. No importa lo que alcances, siempre sientes que es poco. Esto puede hacerte sentir atrapado en un ciclo de insatisfacción constante.

4. Falta de confianza y baja autoestima

Con el tiempo, la sensación de no ser lo suficientemente bueno erosiona la confianza en ti mismo. Esto puede hacer que te sientas inseguro en clases, presentaciones o entrevistas de trabajo, limitando tus oportunidades de crecimiento.

5. Evitación de nuevos desafíos

Así como postergas proyectos, también dejas pasar oportunidades únicas. Si crees que no eres capaz, es probable que evites nuevas oportunidades, como postularte a becas, participar en proyectos o asumir más responsabilidades. Nuevamente, esto puede frenar tu desarrollo académico y profesional.

6. Mayor riesgo de burnout

El esfuerzo constante por demostrar tu valía y cumplir con estándares imposibles puede llevar al agotamiento. Muchas personas con Síndrome del Impostor trabajan el doble para «compensar» su supuesta falta de talento, terminando exhaustas física y mentalmente. Esto lleva al famoso burnout.

El burnout es un estado de agotamiento físico, mental y emocional causado por el estrés prolongado, especialmente en el trabajo o los estudios.

7. Impacto en la toma de decisiones

Las dudas constantes pueden hacer que te cueste tomar decisiones importantes, como elegir una carrera, cambiar de trabajo o aceptar una oportunidad. La inseguridad te paraliza y puede hacer que pierdas valiosas experiencias por miedo al fracaso.

Te recomiendo el artículo sobre 10 errores a evitar a la hora de elegir carrera.

Cómo sobrellevar o superar el Síndrome del Impostor

No quiero que te vayas de este artículo sin antes proponerte algunas opciones para superar el Síndrome del Impostor, o al menos, para poder sobrellevarlo día a día.

1. Identifica si estás padeciendo el Síndrome del Impostor

El primer paso para combatirlo es identificarlo. Saber que no eres el único que se siente así y que es un fenómeno psicológico común te ayudará a verlo con más claridad y a reducir su impacto en tu vida.

2. Cambia tu diálogo interno

Presta atención a cómo te hablas a ti mismo. En lugar de pensar «no soy lo suficientemente buena», cambia el discurso a «estoy aprendiendo y mejorando cada día» o «si he llegado hasta aquí es porque algo bien debo haber hecho». Reemplazar pensamientos negativos por afirmaciones más realistas puede marcar la diferencia.

3. Acepta que nadie es perfecto

El perfeccionismo alimenta el Síndrome del Impostor. Entender que cometer errores es parte del proceso de aprendizaje y que nadie es infalible te permitirá avanzar con más confianza y sin miedo a equivocarte.

Te recomiendo mucho el artículo ¿Cómo levantarse tras un fracaso en los estudios?

4. Lleva un registro de tus logros

Haz una lista de tus éxitos, por pequeños que sean. Tener un registro de tus avances y momentos en los que has demostrado tu capacidad te ayudará a recordar que tu éxito no es casualidad, sino fruto de tu esfuerzo.

5. Aprende a aceptar cumplidos y elogios por tu capacidad

Si alguien reconoce tu trabajo, no minimices el halago ni lo atribuyas a la suerte. En su lugar, responde con un simple «gracias». Aprender a aceptar el reconocimiento es clave para mejorar tu autoestima.

6. Deja de compararte con los demás

Cada persona tiene su propio ritmo de aprendizaje y crecimiento. Compararte constantemente solo alimenta la inseguridad. Enfócate en tu propio progreso y en lo que has logrado en lugar de medir tu éxito con el de otros.

7. Comparte lo que te sucede con otras personas de confianza

Compartir tus pensamientos con amigos, familiares o un mentor puede ayudarte a ver las cosas desde otra perspectiva. Muchas veces, verbalizar tus inseguridades te hace darte cuenta de que no tienen tanto fundamento como creías.

8. Atrévete a salir de tu zona de confort

El miedo a no ser lo suficientemente buena puede hacer que evites desafíos. Empieza por pequeños pasos, acepta nuevas oportunidades y verás que eres más capaz de lo que piensas.

9. Busca apoyo profesional si lo necesitas

Superimportante: Si el Síndrome del Impostor está afectando tu bienestar, acudir a un psicólogo puede ayudarte a manejarlo de manera más efectiva. No tienes que enfrentarlo solo o sola. Un profesional te ayudará con este problema y con otros que puedas estar padeciendo al mismo tiempo sin que te des cuenta.

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Acerca del Autor

Alejandro De Luca

Nací en Buenos Aires y soy programador web. Me defino como un rebelde autodidacta y cafeinómano. Vivo comparando la vida real con Los Simpsons. Creé Mentes Liberadas para compartir consejos, recursos y herramientas para la escuela y la universidad. Vivo en Montevideo, Uruguay.

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