En este artículo te voy a contar sobre Maus, la obra cumbre de Art Spiegelman sobre el Holocausto.
Un cómic que trascendió las barreras artísticas y que le valió a su autor el reconocido Premio Pullitzer, como galardón especial dentro de la categoría de letras. Hasta el día de hoy ninguna otra novela gráfica o cómic ha logrado tal distinción.
Primero conozcamos un poco sobre cómo se realizó esta obra.
La idea de convertir un testimonio del Holocausto en un cómic
Art Spiegelman nació en Estocolmo, Suecia, hijo de padres judíos polacos, sobrevivientes de los campos de concentración de Auschwitz, en la Segunda Guerra Mundial.
Sus padres se establecieron en Estados Unidos, lugar donde Art desarrolló su carrera como dibujante de historietas, especialmente de tiras cómicas.
Art Spiegelman quería contar la historia de su padre, ahora viudo tras el suicidio de su madre, sobre cómo sobrevivió a los campos de concentración y al exterminio.
Como su herramienta era el lápiz y la tinta, no encontró mejor forma de hacerlo que a través del formato cómic. ¿Podría ser este formato suficientemente respetuoso para tratar un tema tan delicado?
La respuesta es sí, de la manera en que Spiegelman encaró su trabajo.
Maus fue el nombre que llevó esta biografía. Contó con dos volúmenes y salió publicada entre 1980 y 1991 en una publicación de antología de cómics que se llamaba Raw y que fue fundada por el propio Spiegelman y su esposa Françoise Mouly, también dibujante.
Actualmente esta novela gráfica se puede conseguir como The Complete Maus, que incluye ambos volúmenes.
La historia de Maus
Maus cuenta la historia de Vladek Spiegelman, el padre de Art. Vladek llevaba una vida normal con su familia en Polonia hasta que apareció el nazismo.
A lo largo de las páginas, va contando de forma cronológica la sucesión de eventos desde que es capturado hasta la liberación final y el reencuentro con su esposa, de quien había sido separado.
En el medio, lo peor. Todas las situaciones aberrantes. Entre ellas se narra cuando junto a su esposa tuvieron que enviar a su hijo (el hermano mayor de Art que no sobrevivió a los campos de concentración) con otras personas, para protegerlo.
Además, se cuenta de forma cruda el tiempo pasado en el campo de concentración. La falta de alimentos, los trabajos forzados, las enfermedades, las humillaciones, las torturas y las vejaciones. Pero también la esperanza y las pequeñas alegrías, en un contexto oscuro.
Art Spiegelman toma elementos de las fábulas convirtiendo a las personas que aparecen en la novela gráfica en animales antropomorfos.
Los judíos son representados como ratones (de ahí el Maus, que significa ratón en alemán), los alemanes son gatos; los estadounidenses, perros; los polacos, cerdos; los ingleses, peces; los franceses, ranas; y los suecos, cabras.
Este recurso del dibujante es interesante ya que por momentos y para sobrevivir, Vladek debe hacerse pasar por otras personas y para ello, en el cómic claro está, utiliza máscaras que lo convierten en otros animales.
El estilo de dibujo es minimalista para los personajes en primer plano, todo en blanco y negro, con trazos gruesos y viñetas generalmente regulares. Los fondos son más elaborados y en algunas viñetas aparece un importante nivel de detalle.
Cada tanto, hay algunas páginas dobles con un maquetado especial, donde se puede apreciar un dibujo mucho más artístico.
La metahistoria de Maus
Lo mejor de Maus es que al abrirlo no te vas a encontrar enseguida con la narración sobre la vida de Vladek. Eso es porque Art Spiegelman incluyó acertadamente en la historia la metahistoria.
Sí, porque en las páginas de Maus está también la concepción de la misma obra. El mismo Spiegelman se retrata en las sucesivas entrevistas que tuvo con su padre, que le fue contando su historia.
En esa línea temporal de la obra, que está ambientada entre los sesenta y los setenta, el autor narra también la relación que tenía con su padre.
Lo cierto es que el ya viejo Vladek lo vuelve loco a Art con sus problemas personales, enfermedades y especialmente con su segunda esposa, Mala, quien lo cuida pero ya no lo soporta más.
Vladek vive pensando en el dinero y en ahorrar. Art se encuentra en un dilema al descibirlo sin querer caer en estereotipos antisemitas. Él mismo lo dice en la propia novela gráfica.
Finalmente, apela a la verdad para describir a su padre tal cual era, con sus defectos y sus virtudes.
Los diálogos entre padre e hijos están intercalados entre la historia principal. Es el propio Vladek quien le va contando a Art su vida. De esta forma, la obra logra crear un vínculo especial con el protagonista.
Si eres un lector que prefiere evitar lecturas que te incomoden, entonces Maus definitivamente no es para ti.
Una historia fuerta y por momentos incómoda
Maus narra una de las tantas historias que sucedieron en el Holocausto. Cuando comienzas a leerla sabes que el protagonista sobrevivirá.
Sin embargo, no es una historia de final feliz al cien por cien ya que lo que tiene que atravesar durante sus años de cautivierio y torturas es devastador. Sin mencionar además a todos aquellos que aparecen pero no sobreviven.
En la obra, Spiegelman narra momentos terribles, situaciones incómodas y tenebrosas. Como lector, muchas veces te ocurrirá que no querrás pasar a la siguiente página para dejar de experimentar en tercera persona las atrocidades que se describen. Pero al mismo tiempo, querrás ver cómo el personaje logra superar todo eso.
Esta contradicción hace que la lectura de Maus sea algo especial.
Si eres un lector que prefiere evitar lecturas que te incomoden, entonces Maus definitivamente no es para ti.
Maus cuenta cómo fue la estadía de Vladek en su primer campo de concentración (sí, porque estuvo en varios), la separación de su esposa y su hijo y los rebusques para sobrevivir sin morirse de hambre y sin que le disparen arbitrariamente.
De todas las situaciones que cuenta Vladek, la que más me impactó fue cuando los nazis lo dejaron encerrado junto a docenas de personas en un vagón de tren durante una semana. Apenas había espacio para estar de pie y no había alimentos ni lugar para ir al baño.
Imaginarse estar en esa situación es un interesante ejercicio mental.
Comprar novela gráfica Maus, de Art Spiegelman
Gracias a su éxito y a la obtención del Premio Pullitzer, Maus se convirtió en una obra popular que puedes encontrar en tiendas de cómics pero también en librerías convencionales.
Obviamente, por tratarse de una novela gráfica, el formato es en papel. Desconozco si hay ediciones en digital, pero de haberlas, no las recomiendo.
Te recomiendo la edición The Complete Mouse, que incluye los dos volúmenes. Revisa el idioma antes de comprar online. Esta obra está disponible en español, aunque si la consigues en inglés, es fácil de leer si tienes un nivel upper-intermediate o superior.
Maus, de Art Spiegelman (Edición completa, en español)
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También se lanzó una edición especial celebrando los 40 años de la obra. Se trata de una edición de lujo en estuche con los dos volúmenes separados y un cuadernillo inédito agregado por el propio Art Spiegelman.
Maus, de Art Spiegelman (Edición especial 40 aniversario, en español)
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Más reseñas de libros en Mentes Liberadas
Esto es todo para este artículo. Te recomiendo mucho que leas Maus. Es una lectura inmersiva de la que se puede aprender mucho.
Recuerda que en la sección de Libros de Mentes Liberadas encontrarás muchas otras reseñas.
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Etiquetado en:
art spiegelman, cómic, holocausto, maus, novela gráfica, Premio Pullitzer, segunda guerra mundialAcerca del Autor
Alejandro De Luca
Nací en Buenos Aires y soy programador web. Me defino como un rebelde autodidacta y cafeinómano. Vivo comparando la vida real con Los Simpsons. Creé Mentes Liberadas para compartir consejos, recursos y herramientas para la escuela y la universidad. Vivo en Montevideo, Uruguay.
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