En este artículo te voy a contar qué es el método Seinfeld, de donde surgió y cómo puede ayudarte a aumentar tu productividad, especialmente si eres estudiante universitario.

Esta es una técnica básica, simple y que no tiene nada de extraño. Para poder implementarla sólo necesitas papel y un lápiz. A modo de ayuda, en esta entrada encontrarás una plantilla en formato PDF que podrá ayudarte a aplicar la técnica de forma más rápida.

Sigue leyendo y te cuento de qué se trata.

La historia detrás del método Seinfeld

El origen de esta técnica no está nada claro en realidad. La principal referencia está en Lifehacker, el sitio número uno sobre productividad personal y lifehacking (al final del artículo te dejo el enlace).

Pero para contarte el origen primero debes saber quién es Jerry Seinfeld. Si tienes menos de 30 años, probablemente no lo conozcas. Jerry Seinfeld es un comediante estadounidense de stand up, que trascendió durante la década del noventa con su serie Seinfeld.

¿De qué se trataba esta serie?

Era una sitcom acerca de… nada. En este show, Jerry Seinfeld se ubicaba a sí mismo como personaje central (aunque también era guionista). Su personaje estaba rodeado de otros personajes pintorescos y bien pensados. Los disparadores de los chistes de cada show eran situaciones simples y cotidianas. Al público le fascinó la serie y fue un éxito rotundo que duró desde 1989 hasta 1998.

Aún sin haber visto todos los episodios, déjame decirte que la considero la mejor sitcom de todos los tiempos.

El método Seinfeld se basa en un supuesto consejo dado por el comediante Jerry Seinfeld.

La clave del show eran los argumentos ocurrentes pero a la vez simples, los guiones excelentes, y la cantidad de buenos chistes que servían de remate.

En ese contexto se dice que un humorista al que no le iba muy bien le preguntó a Jerry Seinfeld cuál era la clave para ser un comediante exitoso.

La respuesta de Jerry fue que era necesario escribir chistes buenos. Y para escribir chistes buenos había que escribir todos los días, sin excepción. No importa si has tenido un día malo, debes seguir escribiendo sin interrupción. En inglés, la respuesta de Seinfeld terminó con la frase «Don’t break the chain» (No rompas la cadena).

Y ese es el nombre oficial de la técnica, que también se conoce como el método Seinfeld.

No rompas la cadena

El método es sencillo. Se trata de generar rachas diarias para determinadas actividades. Para lograrlo, debes realizar esa actividad todos los días e intentar que no se corte. Si un día no logras hacer esa actividad, pierdes la racha y debes comenzar de nuevo.

¿Te suena familiar?

Muchos juegos y también plataformas educativas online utilizan este método para motivar a los usuarios a jugar o aprender más. Es una técnica de gamficación. Una de ellas es Duolingo, para aprender idiomas.

El método consiste en la realización de actividades diarias que generen rachas.

Por si no quedó claro te lo voy a explicar con un ejemplo.

Vamos a suponer que quieres escribir una novela. Entonces te pones como objetivo escribir una página de esa novela todos los días. Necesitarás un soporte visual para ir marcando los días. A medida que vayas cumpliendo con el objetivo, marcarás (o tacharás) el día. Si un día no puedes cumplir, al otro día deberás comenzar desde cero de nuevo.

Creación de hábitos

Detrás de este método tan simple se esconde algo de lo que se habla mucho últimamente y es la creación de hábitos. Vas a encontrar muchos artículos en internet al respecto.

También hay una gran variedad de apps para generar hábitos. Una de ellas es Habitica, que combina productividad con juego de rol.

La generación de hábitos no es algo trivial. Hay distintas teorías que indican cuántos días hay que repetir una actividad para que se vuelva un hábito. Es por eso que el método No rompas la Cadena está tan ligado a ello.

Motivación, la clave del método

La clave de este método es la motivación. Lo que te obliga a hacer esa actividad los días donde el cansancio es máximo o donde simplemente no tienes ganas, es la frustración de perder esa racha que has logrado hasta el momento.

Ver que todos esos días que has avanzado se perderán y que habrá que empezar de nuevo, hacen que te motives para que, de la forma que sea, cumplas con lo que tienes que hacer.

Por eso es clave tener una referencia visual sobre lo conseguido. Lo que me lleva al siguiente punto.

Referencia visual para motivarse más

Como comenté antes, tener un soporte visual donde anotar estas rachas es importante. Pero no sólo para no olvidarte del asunto, sino también para tenerlo presente en tu mente a modo de motivación.

En el sitio de referencia Lifehacker, la persona que cuenta lo que Jerry Seinfeld le explicó, dice que el exitoso comediante recomienda pegar en el lugar de trabajo (o ambiente de estudio) un cartel en grande con los días de racha y luego dejar a mano un marcador de color rojo para ir tachándolos.

Tener un soporte visual donde poder ver la racha actual motiva a querer mantenerla.

En la web encontrarás muchos calendarios como estos del método Seinfeld. Aquí te dejo uno que puede servirte. Es tan sencillo como una lista de días del 1 al 365 para que puedas ir tachando.

Está en formato PDF, lo puedes descargar completamente gratis e imprimirlo en formato de papel A4.

Si ves grande el diseño de la plantilla previo a imprimir, recuerda seleccionar la opción de ajustar el contenido a la página para que se escale al tamaño del papel.

Calendario para el Método Seinfeld

Variación del método Seinfeld a una vez por semana

Algunos proponen una variación para esta técnica. Dicen que no todas las actividades se tienen que realizar todos los días. Por ello, lo que proponen es que este método también puede aplicarse una vez por semana.

Los puristas del método Seinfeld se oponen terminantemente a esto, pero bueno, está en cada uno. Si te funciona, adelante.

En qué casos puede ayudarte el método Seinfeld si eres estudiante

El método Seinfeld sirve para generar hábitos saludables, entre ellos estudiar de forma diaria. Pero eso es bastante genérico. ¿En qué casos puntuales puede servir para ti si eres estudiante? Veo dos en particular.

Exámenes a largo plazo

Cuando sabes que tienes un examen para el que falta mucho tiempo es común que postergues el estudio. No sólo es común, también es lógico, puesto que en el medio tienes que hacer otras cosas como rendir otros exámenes, entregar trabajos prácticos y además, vivir una vida.Sin embargo, el método Seinfeld te puede ayudar a preparar exámenes a largo plazo. Descomponer el temario de la asignatura e ir estudiando un tema por día es mi recomendación.Sí, si lo vas a aplicar, hazlo por tema o por módulo. No por tiempo, porque es más difícil medir avance real de esa forma.

Trabajos prácticos

Los trabajos prácticos son, en mi opinión, el mejor caso para aplicar el método Seinfeld. Estoy hablando de trabajos prácticos de plazos de dos meses o más.Es aquí donde la mayoría de los estudiantes se duermen. Estoy seguro que a ti te ha pasado. Te entregan el trabajo práctico, ves que falta mucho tiempo para entregarlo y no haces nada hasta faltando pocos días.Si no rompes la cadena y haces algo todos los días para avanzar con el trabajo práctico, hay pocas chances de que llegues con dificultad a la entrega.

Concluyendo

En esta entrada has aprendido qué es el método Seinfeld, también llamado, Don’t break the chain (No rompas la cadena). Te he explicado cuáles son sus características más importantes y he puesto a tu disposición un calendario de días para que puedas imprimir.

Espero que esta técnica te sea de utilidad. Si te gustó este artículo, por favor compártelo.

Por último, te invito a que te sumes a las redes sociales de Mentes Liberadas. Allí encontrarás recursos y herramientas para estudiar.

¡Hasta la próxima!

Para seguir leyendo sobre esta técnica y sobre la creación de hábitos

Acerca del Autor

Alejandro De Luca

Nací en Buenos Aires y soy programador web. Me defino como un rebelde autodidacta y cafeinómano. Vivo comparando la vida real con Los Simpsons. Creé Mentes Liberadas para compartir consejos, recursos y herramientas para la escuela y la universidad. Vivo en Montevideo, Uruguay.

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