En la universidad las clases van siempre más rápido si las comparas con las de la escuela secundaria. Pero hay algunas clases que van a la velocidad de la luz y que te hacen sentir muy mal porque te pierdes y al finalizar sientes que no has entendido nada. En este artículo vamos a conocer qué hacer cuando la clase va muy rápido en la universidad.

Lo primero que tienes que determinar es si la clase solo va rápido para ti, para conocer tu nivel. Luego, puedes desarrollar un sistema de toma de apuntes para no perderte, evitar anotar detalles y apuntar menos en general. Además, ayuda mucho cursar en grupo y tener un libro de respaldo para consultar. Por último, si no queda otra, pedirle al profesor que explique un poco más lento.

Sigue leyendo y analicemos cada uno de estos aspectos en detalle.

1. ¿Solo tú crees que la clase va rápido?

Primero que nada hay que determinar si la clase va muy rápido para todos o solo para ti. Si va rápido para todos, quizás entonces sea el profesor y su forma de explicar. Pero si eres la única persona o formas parte de una minoría que no alcanza el ritmo de la clase, entonces tienes un problema.

Este problema se puede deberse a una diferencia de nivel con el resto o a falta de estudio.

Para compensar diferencias de nivel hay que volver a temas básicos, aquellos que son requisitos para poder cursar la materia.

Si eres la única persona que se pierde en la clase, entonces te falta estudiar más.

Si el problema es por falta de estudio y de estar al día con la materia, se resuelve dedicando más horas al estudio diario de esa asignatura.

Puede ser normal, de todas formas, que al principio de la carrera no te alcance el tiempo para estudiar diariamente y que, encima, tengas alguna diferencia de nivel con el resto. No te desanimes. Con el paso de los semestres esto se acomoda solo. Eso sí, tienes que ponerle voluntad y dedicación.

2. Desarrolla un sistema de toma de apuntes

Un sistema de toma de apuntes no es nada del otro mundo. Es simplemente definir un conjunto de símbolos y estructuras escritas abreviadas que puedas reutilizar una y otra vez y que tengan un significado claro para ti.

Por ejemplo, cuando el profesor enumera ventajas y desventajas de algo que está explicando, puedes resumir eso en tus apuntes con un signo más para cada ventaja y un símbolo menos para cada desventaja.

Puedes hacer cuadros sinópticos con jerarquías cuando se explican conceptos. No es cuestión de anotar todo lo que los docentes dicen de forma literal. No estás asistiendo a una clase de dictado. Lo que nos lleva al siguiente punto. Te recomiendo que revises el artículo donde vimos consejos para tomar apuntes en la universidad.

3. No anotes los detalles

Las clases en la universidad muchas veces son meras guías para que tú después puedas estudiar por tu cuenta. Entonces no tiene sentido anotar detalles.

¿Cómo diferenciar un detalle de un concepto fundamental? Bueno, esa capacidad la irás desarrollando con el tiempo. La idea es intentar tomar aquellos aspectos globales de la clase y descartar el resto. Los detalles los estudiarás seguramente, pero en un repaso posterior a la clase. Por el momento basta con anotarlos de forma breve y resumida.

4. Sacrifica apuntes por entendimiento

Hay veces que la clase va muy rápido y el tema es tan importante que es preferible sacrificar las notas, es decir, dejar de anotar, con el objetivo de levantar la cabeza y prestarle atención al docente.

A veces es preferible dejar el bolígrafo a un lado y prestar atención a lo que explica el docente.

Los buenos docentes detectan estos momentos y aclaran «préstenme atención a esto y luego los dejo copiar del pizarrón». En ese momento hay que poner toda la concentración que tengas, puesto que lo que viene a continuación es una explicación muy importante.

Luego, como el mismo profesor aclara, habrá tiempo de completar los apuntes. Las veces en que el profesor no lo aclare, tendrás que darte cuenta si conviene o no tomar apuntes.

5. Cursa en grupo

Una forma de evitar que la clase se te escape es atraparla en equipo. Con un grupo de 3 o 4 asistiendo a la misma clase puede ser una gran ventaja, puesto que lo que uno no anotó puede que lo haya anotado otro. Y si alguien no entendió algún concepto, es más que probable que algún otro sí.

Si no cuentas con un grupo, puedes utilizar a quien tengas al lado como compañero o compañera temporal.

Y si no conoces a nadie o la timidez te gana, te recomiendo que desarrolles habilidades sociales necesarias para al menos poder intercambiar notas con algún compañero. Estas habilidades son muy importantes si planeas hacer una carrera universitaria.

En cuanto puedas, forma un grupo de estudio. Es algo muy importante.

6. Busca un libro de respaldo

Lo que los profesores explican es siempre un concepto que ellos no inventaron ni descubrieron. Es muy probable que esté en algún libro de la bibliografía que ellos mismo recomiendan. Esa bibliografía que te dan el primer día de cursada no es para anotarla, es para conseguirla.

Tener la bibliografía de la asignatura es un respaldo de gran valor.

Cuando la clase vaya muy rápido o algo no se entienda, siempre estarán los libros, los cuales podrás consultar una y otra vez si es necesario. Cuantos más libros de la bibliografía puedas conseguir, mejor respaldo tendrás para las clases.

Hay quienes, claro, lo ven al revés: las clases son en realidad un respaldo de la bibliografía. ¡Y tienen razón! Repasa el artículo 8 motivos para estudiar de los libros.

7. Pídele al docente que explique más lento

Y bueno, de última siempre se puede intentar hablar con el profesor. Pero no tiene obligación de hacernos caso. Si le vas a pedir al profesor o profesora que vaya más despacio, asegúrate primero de no ser el único que se está pedido en la clase.

Ten siempre la delicadeza de pedirlo con respeto y justificándolo de la mejor manera posible y busca el apoyo de tus compañeros siempre que puedas hacerlo.

Más contenido en Mentes Liberadas

Esto ha sido todo por este artículo. Espero que haya sido de tu agrado.

Te invito a que sigas a Mentes Liberadas en las redes sociales. Estamos en FacebookInstagramPinterest X.

También te puedes suscribir a nuestro newsletter para recibir las novedades del sitio en tu correo electrónico.

Gracias por tomarte el tiempo de leerme.

Te espero en el próximo artículo de Mentes Liberadas.

Acerca del Autor

Alejandro De Luca

Nací en Buenos Aires y soy programador web. Me defino como un rebelde autodidacta y cafeinómano. Vivo comparando la vida real con Los Simpsons. Creé Mentes Liberadas para compartir consejos, recursos y herramientas para la escuela y la universidad. Vivo en Montevideo, Uruguay.

Ver Artículos