En este artículo te voy a contar la historia de George Dantzig, el padre de la programación lineal, que cuando era estudiante resolvió lo impensado. Existe una leyenda vinculada a este hombre. Una leyenda que con el tiempo fue modificada y, en parte, exagerada, pero que originalmente es totalmente cierta.

George Dantzig resolvió dos problemas que hasta el momento no tenían solución, creyendo que eran tarea para la casa. De ahí en adelante se forjó su leyenda.

Pero, ¿cómo es que sucedió esto? Sigue leyendo y te cuento la historia completa de esta increíble mente creativa.

La historia de George Dantzig

Cuenta la historia que corría el año 1939 y George Dantzig, de 25 años, era estudiante de la Universidad de Berkeley, en California, Estados Unidos. Recordemos que esta es una de las mejores universidades de Estados Unidos.

Dantzig cursaba una asignatura de matemáticas a la que solía llegar tarde. En una ocasión, al ingresar al aula luego de comenzada la clase, notó que en una esquina del pizarrón había dos problemas planteados por el profesor. Dantzig asumió que eran tarea para el hogar, así que los anotó en su cuaderno de apuntes.

Lo que no sabía era que en realidad, durante los minutos iniciales de la clase, su profesor, Jerzy Neyman, había explicado y planteado en el pizarrón dos problemas estadísticos aún no resueltos.

Es decir, no solo lo que Dantzig copió no era tarea para el hogar, sino que ni siquiera era algo que se creyera fácil de resolver. Esos problemas no habían sido resueltos por nadie durante años.

George Dantzig cursaba en la Universidad de Berkeley y logró resolver un problema que hasta ese momento no tenía solución. Claro que él ni lo sospechaba.

Desconociendo esto, Dantzig le dedicó los siguientes días a la «tarea», admitiendo años después que había encontrado los problemas «un poco más difíciles de lo acostumbrado». Sin embargo, con inteligencia y dedicación, logró resolverlos, alcanzando una solución completa para ambos.

Dantizg volvió a clase y entregó la tarea resuelta. Días después, el profesor Neyman lo citó. Dantzig al principio pensó que había resuelto mal la tarea. Pero luego, al escuchar a su profesor, entendió lo que había ocurrido. Había solucionado los dos problemas de estadística que hasta ese momento nadie había resuelto.

Neyman ayudó a Dantzig a publicar una de las soluciones. Años después, otro matemático investigó y llegó a la misma conclusión que Dantzig para el segundo problema y compartió los méritos.

Nada es imposible

Esta leyenda, alterada un poco a lo largo de los años, ha sido usada para explicar la importancia del pensamiento positivo.

¿Hubiera logrado Dantzig resolver los problemas si hubiera sabido que hasta ese momento no tenían solución? ¿En cuánto influye los límites que nos ponen los demás? ¿Y en cuánto los que nos ponemos nosotros mismos?

Dantzig logró resolver los problemas porque pensó que tenían solución y que era posible hallarla.

El protagonista de esta historia vivió hasta 2005 y antes de morir dejó en claro que la historia era cierta. Una historia que nos arroja lo importante que es confiar en uno mismo. Y también en pensar que nuestra capacidad y creatividad, en realidad, no tienen límites.

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Acerca del Autor

Alejandro De Luca

Nací en Buenos Aires y soy programador web. Me defino como un rebelde autodidacta y cafeinómano. Vivo comparando la vida real con Los Simpsons. Creé Mentes Liberadas para compartir consejos, recursos y herramientas para la escuela y la universidad. Vivo en Montevideo, Uruguay.

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