En esta ocasión voy a hablar de uno de los grandes superclásicos de la educación. Uno que lleva al debate continuamente: Estudiar razonando vs. Estudiar de memoria.
Estudiar razonando es mejor porque te permite entender mejor, asociar los temas y con el tiempo recuerdas más aquello que estudiaste. Al estudiar de memoria solo retienes palabras, no puedes asociar los temas, no comprendes los conceptos detrás y en unos pocos días te olvidarás de todo.
En este artículo voy a profundizar estos aspectos y te voy a dar motivos por los que es mejor siempre estudiar razonando. Sin embargo, hay algo que no se puede negar: siempre habrá que memorizar al estudiar.
La memorización es necesaria
La memorización es parte fundamental del proceso de estudio. Siempre tendrás que retener información cuando quieras adquirir un conocimiento. Esto puedes lograrlo a través de la experiencia y la costumbre, o si no, intentando introducir los conceptos en tu cerebro a fuerza de repetición o apelando a técnicas como las reglas mnemotécnicas.
Los estudiantes sabemos esto, puesto que es la manera en que nos preparamos para un examen.
Sin embargo, existe una diferencia muy importante entre estudiar razonando y estudiar completamente de memoria.
Estudiar razonando implica en una etapa la memorización, pero siempre en un contexto de conocimiento del tema.
En cambio, el estudio de memoria consiste en directamente retener palabras en la cabeza con el fin de volcarlas de forma escrita u oral en un examen, sin saber qué relación hay entre ellas.
Estudiar razonando es la forma correcta de adquirir un conocimiento. El estudio de memoria no es realmente provechoso y eso lo vamos a ver comparando punto por punto ambos métodos de estudio.
Estudiar de memoria
1. No entiendes realmente los temas
No tienes un verdadero conocimiento de los temas. Quizás sí de algunas partes separadas. Pero en conjunto, cuando estudias de esta forma, registras las palabras sin entender a qué se refieren.
2. No tienes margen de error
La asimilación de los temas implica la memorización de forma perfecta de los textos a estudiar.
Debes saber todo exactamente igual a las referencias desde las que estudias. No puedes alterar una coma ni un punto, puesto que correrías el riesgo de cambiarle el significado a un párrafo o a una oración.
Al estudiar de memoria, si te olvidas de algo, puede que no te sea posible recordar todo lo que viene luego.
Al mismo tiempo, la información en tu cerebro parece grabada de forma secuencial y no aleatoria. Esto quiere decir que para poder responder algo puntual, debes recordar todo un bloque de datos memorizados.
Además, si te olvidas algo del medio, entonces hay peligro de que no puedas recordar lo que viene a continuación.
3. Luego del examen te olvidas todo
Semanas luego de rendir, no recordarás los temas. Si tuvieras que volver a rendir el examen, deberías empezar a memorizar de nuevo desde cero. No has adquirido el más mínimo conocimiento.
4. Te es imposible relacionar los temas
No te es posible relacionar el tema estudiado con otros. No puedes hacer comparaciones y, por lo tanto, las preguntas de examen que te piden analizar conceptos son imposibles de responder.
5. Los docentes se dan cuenta
Los profesores conocen los libros de textos y tienen experiencia al corregir exámenes. En algunos casos, pueden darse cuenta con facilidad si un alumno estudió de memoria o no. Para chequearlo, nada más fácil que hacer unas preguntas extra de forma oral.
Los docentes intuyen cuándo un alumno ha estudiado todo de memoria.
Estudiar razonando
1. Se entienden los temas
Se conoce y se entiende lo que se estudia. Antes de empezar el proceso de memorización, ya has hecho un análisis sobre el tema. Has descompuesto en partes cada elemento involucrado. Los conoces y los entiendes. También el conjunto integrado.
2. La explicación del tema se arma en el momento
Las palabras que aparecen en el texto no debes memorizarlas de forma exacta (¡cuidado! En algunas asignaturas cambiar una palabra puede cambiar el significado completo).
En general, puedes cambiar algunas palabras por otras. Incluso puedes reescribir párrafos enteros para encontrar una manera más sencilla y también compacta de recordar la información.
Cualquier tema puede recordarse con facilidad y no es necesario tener que recordar el tema que estaba antes, para poder evocarlo.
Al estudiar razonando, tu mente reúne los datos que recuerda y los combina para dar una respuesta.
3. El concepto queda para siempre (o por un tiempo largo)
Semanas luego del examen, perderás gran parte de la información retenida, pero el concepto y el conocimiento más importante del tema te quedarán por siempre (o al menos por mucho tiempo) en tu cerebro.
4. Puedes hacer asociaciones
El razonamiento te permite realizar asociaciones y comparaciones con otros temas. Las preguntas de examen de este estilo te resultan sencillas y las respuestas pueden construirse en el momento de rendir.
5. El docente no tiene nada que detectar
Respecto a este punto, el docente no solo no puede detectar nada, sino que aun haciendo preguntas respecto de los temas, deberías estar en posición para contestarlas, gracias al estudio razonado que has realizado.
En síntesis, siempre debes estudiar razonando
El estudio de memoria causa un efecto que hace parecer que el tema se sabe, pero en realidad el conocimiento no se adquiere en ningún momento.
Es peligroso estudiar así, puesto puedes aprobar una materia, pero no una carrera entera.
Lo mejor es estudiar razonando. Siempre tendrás que memorizar algo, por supuesto, pero sabiendo qué estás estudiando.
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