En este artículo vamos a hablar de un gran error que cometen muchos estudiantes: estudiar acostado. Vamos a ver 3 razones importantes para no hacerlo.

Estudiar acostado induce al sueño, te hace quedar en una mala postura que perjudica tu espalda y le resta importancia al estudio.

Sigue leyendo y te cuento más sobre lo mal que hace estudiar acostado.

«No estudiarás acostado», el gran mandamiento

Cuando estaba en primer año de la secundaria, una vez a la semana tenía una materia que se llamaba Técnicas del Aprendizaje. Duraba la mitad de una hora del horario escolar (algo así como 40 minutos).

Aunque el objetivo de la materia era enseñar métodos de organización y técnicas de estudio, ninguno de los alumnos les daba mucha importancia. Me incluyo. Era casi una hora libre.

Con el tiempo me di cuenta lo importante que era esa asignatura. Aunque aún, prestándole debida atención con 40 minutos por semana, mucho no se podía hacer tampoco.

Sin embargo, a pesar de la poca importancia que le daba, recuerdo a fuego uno de los primeros consejos que nos dieron esas profesoras que dictaban esa materia:

«No hay que estudiar acostado en la cama»

Era algo así como uno de los mandamientos en las leyes de los estudiantes. Casi que podía imaginarme una tabla de piedra tallada con la ley escrita.

¿Por qué no hay que estudiar acostado?

Ahora bien, existen razones para no hacer esto. La mayoría apuntaría a un solo motivo, pero yo, luego de años de estudiar, encuentro tres:

1. Induce el sueño

Acostarse da sueño y es la razón fundamental por lo que se recomienda no estudiar acostado. Solo se necesita un poco de cansancio para empezar a tener un poco de sueño. Son muchas las anécdotas de estudiantes que se quedaron dormidos mientras leían o intentaban estudiar algún apunte mientras estaban acostados en una cama o en un sillón cómodo.

2. Mala postura

Aun si logras mantenerte despierto o despierta, la posición puede no ser la correcta. Cuello y espalda pueden quedar en mala postura. De esto, luego se derivan dolores cervicales que pueden durar toda una semana.

Ni hablar si te acuestas boca abajo para leer o incluso tomar apuntes. Hay que tener en cuenta también la iluminación al estudiar lo cual complica todo un poco más.

3. Resta importancia al estudio

Creo que este es el punto más importante de todos. No juegas al fútbol sentado en una silla, no bailas con los pies atados y tampoco te duermes de pie. Cada actividad que realizas tiene un modo adecuado de llevarse a cabo.

Esto va más allá de qué manera te sientas cómodo o cómoda al hacerla. En el caso del estudio, se trata de un compromiso asumido que implica cumplir con las obligaciones y hacerlo de la forma correcta.

La manera en la que encaras esta actividad que te define como estudiante refleja el nivel de compromiso que tienes con tu meta.

Si te tomas el estudio en serio, entonces debes respetar la forma de llevarlo a cabo.

Por supuesto que siempre hay excepciones. Hay personas con dificultades que no pueden estar sentadas.

Y también están los estudiantes avanzados. Ellos están más allá de todo esto y pueden estudiar acostados, en el transporte público, en el baño o en situaciones y lugares mucho más extraños.

Pero en general, estudiar acostado no es nada recomendable.

Más contenido en Mentes Liberadas

Esto ha sido todo por este artículo. Espero que haya sido de tu agrado.

Te invito a que sigas a Mentes Liberadas en las redes sociales. Estamos en FacebookInstagramPinterest X.

También te puedes suscribir a nuestro newsletter para recibir las novedades del sitio en tu correo electrónico.

Gracias por tomarte el tiempo de leerme.

Te espero en el próximo artículo de Mentes Liberadas.

Acerca del Autor

Alejandro De Luca

Nací en Buenos Aires y soy programador web. Me defino como un rebelde autodidacta y cafeinómano. Vivo comparando la vida real con Los Simpsons. Creé Mentes Liberadas para compartir consejos, recursos y herramientas para la escuela y la universidad. Vivo en Montevideo, Uruguay.

Ver Artículos