El tema de cuál es la mejor luz para estudiar es recurrente en las técnicas de estudio. Todos hacen hincapié en lo importante que es tener un ambiente bien iluminado. Los expertos insisten en que es preferible la luz del sol y que en caso de utilizar iluminación artificial, se use una luz ambiental y otra que esté cerca del objetivo.
También tienes que considerar que la luz debe tener su origen de frente a la mano que utilizas para escribir así evitas hacerte sombra.
Pero en esta nota voy a profundizar otro tema vinculado a la iluminación y es el tipo de lámparas y luces que conviene utilizar.
Tipos de iluminación y lámparas
Se conoce como luz cálida a la que tiene un tono de color amarillento o rojizo. La fría, por el contrario, da una luz más blanca o azulada.
Ambas se utilizan en fotografía para dar efectos (cálidos o fríos), y obtienen sus nombres de ellos. Además de estos dos tipos, existe lo que se conoce como luz neutra. Una luz que se encuentra en equilibrio o a medio camino de la fría y la cálida.
La mejor luz para estudiar es la del sol. No de forma directa por supuesto, pero sí a través de su reflejo en paredes o a través de cortinas.
En cuanto a la luz cálida o amarilla no se recomienda para estudiar o para leer. Es el tipo de luz que se utiliza para generar atmósferas y climas especiales. La encontramos, por ejemplo en los bares o en eventos nocturnos. Para estudiar y mantener la concentración se suelen recomendar las luces frías, por parecerse más a la luz natural y cansar menos los ojos.
La mejor luz para estudiar es la del sol, preferiblemente a través de su reflejo o de cortinas que atenúen su potencia.
Un estudio realizado en el año 2016 en Corea del Sur, comparó el rendimiento durante un examen de matemáticas a niños que estuvieron separados en distintas aulas iluminados por diferentes tipos de luz. Los que estuvieron bajo la luz fría mostraron estar más alerta y obtuvieron mejores resultados.
Algunos problemas de las luces frías
Pero hay un problema especial con las luces frías. Su uso durante la noche puede ser contraproducente. Lo que ocurre es que de noche, afecta al cerebro y lo mantiene despierto, lo que puede derivar en problemas de sueño. Así que, en el caso de estudiar de noche, es conveniente luz cálida o luz neutra.
Como comenté al comienzo del artículo, este tema es bastante cambiante. Por ejemplo, en 2013 apareció un estudio que decía que la mejor iluminación para la noche, para no afectar el sueño, debía ser de color… ¡rojo!. Sí, una lámpara roja para las noches.
Recuerda que esto es sólo un estudio y que cada año surgen nuevos estudios que sostienen o contradicen a los anteriores.
El uso de la luz fría durante la noche puede traer efectos negativos puesto que mantiene el cerebro activo y puede llegar a afectar el sueño.
Por último, la luz de los tubos fluorescentes es, como su nombre lo indica fluorescente. Es decir, de un color verde brillante. Además, aunque no parezca, los tubos parpadean continuamente a una frecuencia no tan alta que puede causar cansancio si se utilizan de forma prolongada. Es por eso que no son recomendados para utilizarlos para leer o estudiar.
Resumiendo
En síntesis, la mejor luz para estudiar es la del sol. Por lo tanto, tienes que intentar estudiar durante el día, aprovechando la iluminación natural. Si no puedes contar con la luz del sol, entonces la mejor alternativa es una luz fría, salvo que sea de noche. Si es de noche, lo mejor es estudiar con luz cálida.
La luz a la hora de estudiar es algo que debes tener en cuenta, pues con una iluminación adecuada, no tendrás problemas en la vista, ni cansancio y mucho menos dolores de cabeza.
Esto ha sido todo por este artículo de Mentes Liberadas. Espero que te haya sido de ayuda.
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Gracias por tomarte el tiempo de leerme.
Hasta el próximo artículo.