¿Estás pensando si tiene sentido empezar la universidad a los 30 años? Descubre los desafíos a los que te enfrentarás y algunos consejos.

Empezar la universidad a los 30 años es posible, pero tienes que superar el prejuicio de la edad, aprender a convivir con una generación diferente a la tuya, hacerte tiempo y organizar tus horarios y elegir una carrera y una universidad que te aporten flexibilidad. Por último, mantener constancia durante varios años para alcanzar el objetivo de graduarte.

En este post, iremos analizando cada uno de estos aspectos en detalle.

Si tienes más de 30, no terminaste tu carrera y buscas retomarla

Antes de comenzar, quiero definir con claridad a quiénes apunta este artículo.

La idea es dirigirme a todas aquellas personas que tengan 30 años o más y que nunca han pisado una universidad. Es decir, que no tienen ningún tipo de experiencia académica.

Bueno, tal vez también entren en este grupo aquellos que alguna vez se inscribieron en una facultad, pero que aprobaron apenas una o dos materias, o los que no llegaron a aprobar ninguna.

Si tu caso es diferente, porque has cursado y aprobado varias materias, entonces este artículo no está dirigido a ti. Si te estás preguntando si es posible y si vale la pena volver a la universidad después de los 30, con varias materias aprobadas, mi respuesta es que sí. Sin dudas.

Con más de 30, pero con experiencia académica, ya sabes manejarte en el mundo de la universidad. Solo necesitas readaptarte para terminar tu carrera.

En cambio, si quieres comenzar una carrera desde cero, entonces algunas de las cuestiones que planteo en este artículo pueden aplicarse a ti, por lo que recomiendo que lo leas.

El único requisito para estudiar en la universidad

Quizás sea obvio aclararlo, pero no hay límites de edad para estudiar desde el punto de vista legal.

Por supuesto, lo que sí debes tener, es un título de educación secundaria. Si no has completado tus estudios secundarios, entonces antes de apuntar a la universidad, debes terminar la secundaria.

Aunque te parezca frustrante, dar las últimas materias de la secundaria te va a ayudar a prepararte para la universidad.

Estudiar en la universidad: el prejuicio de la edad

El proceso de aprendizaje puede ser llevado a cabo por personas de todas las edades. De eso no hay dudas.

Sin embargo, sabemos que muy pocas personas ya adultas se inclinan por volver a los libros y llevar adelante una carrera. Y estoy hablando de aquellos que pueden hacerlo. Es decir, adultos que ya han formado sus familias y criados a sus hijos Personas que disponen de suficiente tiempo y capacidad económica como para llevar adelante una carrera de varios años.

Es probable que esas personas tengan ganas y entusiasmo para estudiar luego de tanto tiempo, pero algún prejuicio, o quizás vergüenza, les impide ir a cursar junto a muchos jóvenes, a los cuales les pueden llevar 30 años o más.

No hay nada que haga sentir más realizado a un ser humano que su continuo esfuerzo por superarse e intentar ser mejor.

Pero esto no tiene que ser así.

La universidad está abierta para todo el mundo. Además, las diferencias de edad no cuentan.

No hay nada que haga sentir más realizado a un ser humano que su continuo esfuerzo por superarse e intentar ser mejor. Aprender algo nuevo es justamente eso: aspirar a convertirse en alguien aún mejor.

Jóvenes que creen ser viejos para la universidad

Pero no solo le ocurre esto a la gente de más de 40 años. Es muy común en estos días escuchar a jóvenes de entre 25 y 30 años expresar su desilusión de no estar en edad para arrancar una carrera.

¿Cómo pueden pensar así?

Los que rondan esa edad están aún a tiempo para empezar a estudiar en la universidad. La educación académica no es un tren que pasa una sola vez en la vida a los 18 años, sino más bien un taxi que se puede tomar en cualquier momento.

Sí, es verdad, si seguimos la analogía, tal vez cuanto más grande seas, más caro será el viaje.

Ahora bien, ¿qué ocurre si buscas empezar la universidad a los 30 años?

Los desafíos de los mayores de 30 al comenzar la universidad

Entre los 25 y los 30, puede que estés un poco desfasado del resto de los estudiantes, pero a partir de los 30, se nota.

El primer desafío que tienes que superar es tu propio prejuicio. Ese sentimiento de sentirte ajeno. Es algo que tienes que resolver contigo mismo y que puede llevarte un poco de tiempo y trabajo.

El segundo desafío es aprender a relacionarte con personas que ya comienzan a no ser parte de tu misma generación. Estos chicos y chicas tienen otros códigos, hablan de otra manera, tienen otras referencias culturales y otros intereses. Bromean, pierden algo de tiempo y tal vez, muchos de ellos, se toman todo más relajado. Tienes que comprender que es normal para la edad que tienen.

Otro desafío es entrar en sintonía con el mundo académico. La forma de cursar, el ritmo, las clases, los tiempos muertos entre clases, los horarios, los exámenes, la modalidad de aprobación y los trabajos prácticos. Todos estos ítems que nombré son solo algunos de los diferentes conceptos que entrarán de golpe en tu vida.

De todos los desafíos, este es el más técnico y en realidad, es el más fácil de superar. Solo es cuestión de asistir a clases y entrar en sintonía. Además, en Mentes Liberadas encontrarás muchos consejos y recursos para estudiantes que te ayudarán a adaptarte al mundo académico.

Desde ya, es más que probable que si decides estudiar con más de 30 años, tengas un empleo e incluso una familia. Poder conjugar diferentes actividades puede ser el mayor desafío de todos.

¿Qué carreras conviene elegir si tienes más de 30 años?

Estudiar siempre es algo positivo, pero hay que ser realistas. Tienes que definir por qué quieres estudiar. Y si estás leyendo esto es porque seguramente tu anhelo es convertirte en profesional y mejorar tu carrera.

Por lo tanto, lo ideal sería investigar un poco qué carreras tienen mayor proyección en el mundo laboral y cuáles no. Esto significa que, quizás, la carrera que siempre quisiste hacer, no sea de las que más futuro puede darte por la edad que tienes.

En este contexto, las carreras vinculadas a tecnología, ingeniería y ciencias de datos parecen tener demasiada demanda a futuro. Esto hace que cualquier persona que se gradúe tenga su oportunidad.

Pero, si en tu caso, lo que te mueve es la pasión, y si, por ejemplo, siempre quisiste estudiar antropología, puedes hacerlo. Solo ten en cuenta que a determinada edad hay ciertas puertas que se cierran e insertarse laboralmente puede ser demasiado complicado.

En este contexto, las carreras más teóricas siempre van a tener desventaja con respecto a aquellas que tienen una aplicación más práctica.

¿Qué universidades conviene elegir si tienes más de 30 años?

A los 30 años no vas a querer perder tiempo, porque no vas a disponer de tanto.

Si encuentras una universidad que ofrece la carrera que quieres hacer 100% online a distancia, entonces adelante. No solo te vas a ahorrar tiempo y energías en desplazarte, sino que vas a poder manejar mejor tus horarios y vas a reducir el contacto con otros alumnos, que era uno de los desafíos que te comentaba antes.

Si no encuentras una universidad que ofrezca la carrera que te gusta a distancia, intenta buscar una que, al menos, te permita cursar en turnos fijos. Generalmente, las universidades privadas son las que te garantizan este tipo de ventajas.

Las universidades públicas, en países como Argentina y Uruguay, son gratuitas, pero pueden ser un poco caóticas y desorganizadas. Es probable que a los 30 años ya no quieras tener que cargar con un montón de asuntos periféricos al manejo de la universidad.

Por otro lado, las mencionadas universidades privadas, si bien son costosas, te garantizan que solo te tengas que preocupar por estudiar.

De todos modos, la decisión entre universidad pública o universidad privada, depende de ti. Analiza pros y contras y quédate con la que te parezca mejor.

¿Cuál es la salida laboral de un graduado que comenzó su carrera después de los 30?

En principio, si estudias una carrera cuya finalidad máxima es investigar, lamento decirte que en la mayoría de los casos, ingresar a un centro de investigación no va a ser posible para ti. Para cuando termines tu carrera habrá otros graduados que te sacarán varios años de ventaja.

Si decides estudiar una carrera afín al empleo que tienes, entonces la carrera te va a potenciar. Es el caso de muchos programadores veinteañeros que se dedican a trabajar, para luego, pasados los treinta, convertirse en ingenieros a cargo de procesos más complejos o de gestión dentro de las organizaciones.

Como te comentaba antes, las carreras que tienen aplicación práctica siempre van a darte mayores beneficios. Simplemente, tienes que investigar qué carreras están siendo demandadas en tu país, aunque esto puede ir cambiando con el tiempo.

¿Nunca es tarde para estudiar?

Cuando tienes más de 30 años, el tiempo pasa a ser un recurso escaso y está claro que el esfuerzo para mantener una carrera en esas condiciones se siente más que para un joven de 18 que no tiene más obligaciones que estudiar.

Sin embargo, eso no quiere decir que no se pueda. Y hay mucha gente que lo entiende así y pese a los prejuicios, elige una carrera que le gusta para llevar adelante su sueño de estudiar en la universidad y graduarse.

Sacrificio y estudio son necesarios. Sin embargo, La clave para graduarse es la constancia. Te recomiendo mucho el artículo: Constancia, el arma secreta para graduarte en la universidad

Por eso, si mantienes la constancia a lo largo de varios años, manteniendo un buen nivel académico, no importa la edad que tengas, puedes graduarte en la universidad.

Por último, si estás dudando entre comenzar una carrera universitaria o no. Te dejo esta frase, de autor anónimo, que siempre me ha parecido inspiradora.

«El primer paso no te lleva de inmediato a donde quisieras estar, pero te saca de donde estás ahora»
– Anónimo

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Gracias por tomarte el tiempo de leerme.

Te espero en el próximo artículo de Mentes Liberadas.

Acerca del Autor

Alejandro De Luca

Nací en Buenos Aires y soy programador web. Me defino como un rebelde autodidacta y cafeinómano. Vivo comparando la vida real con Los Simpsons. Creé Mentes Liberadas para compartir consejos, recursos y herramientas para la escuela y la universidad. Vivo en Montevideo, Uruguay.

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