En esta entrada hablaremos sobre el gran secreto que comparten todos los graduados universitarios y por qué es tan importante para poder terminar tu carrera.
Mantener el nivel de compromiso y esfuerzo a lo largo de años es vital para alcanzar el objetivo de terminar una carrera. La mayoría de las personas no lo logra. ¿Cuál es su gran secreto? La constancia.
Sigue leyendo y te cuento cómo desarrollar la constancia.
Constancia, la gran clave para las carreras largas
Una carrera universitaria dura años. Durante ese tiempo tendrás altibajos, momentos en los que tu nivel descenderá y otros en los que hasta te lucirás.
Esto es normal, es decir, los resultados pueden variar, pero lo que no debe modificarse nunca es tu conducta con respecto a la carrera.
La constancia es clave para llegar a la meta de recibirte. Estudiar fuerte para un examen una vez, lo puede hacer cualquiera; pero estudiar con regularidad todos los días durante cinco, seis o aún más años, no lo hace cualquiera.
¿Cómo se manifiesta la constancia?
La constancia se manifiesta de muchas maneras. La más común es cuando vas a cursar y no faltas a clases, o cuando mantienes el hábito de estudiar todos los días o determinados días preestablecidos a la semana a pesar de tener otras actividades. También al presentarte a los exámenes aunque no estés en las mejores condiciones.
La constancia se manifiesta de muchas formas. La principal es a través de la asistencia permanente a la universidad, incluso a pesar de malos resultados.
Para mantener esta regularidad de la que hablamos es crucial el compromiso con el objetivo final de recibirte. Y esto es importante que lo entiendas si aún estás eligiendo una carrera.
No va a ser posible mantener la concentración en una carrera durante años si lo que eliges no te gusta lo suficiente.
Puedes tener momentos en tu vida en los que algunos temas te interesan más que otros, por eso a la hora de elegir una carrera tienes que pensar que pasarás años estudiando eso.
En síntesis, no podrás ser constante si la carrera te parece aburrida y tediosa. Deberás mantener el entusiasmo en todo momento.
La importancia de hacer la carrera en grupo
Juntarte con gente que mantenga regularidad al estudiar es una buena manera de mantener la conexión con tu carrera.
De esta forma, puedes contagiarte de esa energía para seguir adelante sin importar lo que ocurra. Y tú también estarás contagiando a los demás.
En Mentes Liberadas, hablamos más de una vez sobre de la importancia de tener un grupo de estudio sólido. Un grupo de estudio que te acompañe no durante el transcurso de una asignatura o de un año, sino a lo largo de varios años.
Lograr esto no es fácil. Cada estudiante tiene sus tiempos y sus resultados académicos. Por lo tanto, formar un equipo de estudio en el que todos estén más o menos en el mismo año es lo más recomendable.
Con el tiempo, puede ocurrir que algún integrante del grupo se retrase o que otro abandone la carrera. Si el grupo se deshace por algún motivo, rearma tu grupo o intégrate a otro.
Constancia, pero con confianza y fuerza de voluntad
En los momentos más difíciles, cuando veas todo cuesta arriba, tienes que tener confianza en revertir la situación.
A lo largo de los años te aseguro que vas a pasar por períodos así y tener esperanza puede evitar que te derrumbes.
Además de todo esto, es también necesaria fuerza de voluntad. Aquí no hay mucho que decir, es imposible que alguien te la transmita. Debe partir de ti mismo y al igual que en cualquier otro aspecto de la vida, la voluntad de querer algo es el argumento más importante para alcanzar tus objetivos.
Recursos que te pueden ayudar a desarrollar mayor constancia
El libro Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva, de Stephen Covey, aborda diferentes hábitos que te ayudan a mejorar en diferentes aspectos de tu vida.
El hábito número 2 se llama Comienza con un fin en mente. Esto está relacionado con lo que te comentaba antes. Tener un objetivo final claro te lleva a desarrollar ciertos hábitos diarios que se traducen en constancia.
Otro libro que puede ayudarte es Hábitos Atómicos, de James Clear. Nuevamente, los hábitos entran en juego, pero aquí de una forma mucho más práctica. Desarrollar buenos hábitos hace que te pongas a estudiar de forma automática, todos los días.
Por último, te recomiendo también el libro ¿Qué te detiene?, de Robert Kelsey.
Si mantienes esos hábitos durante años, graduarte pasa a ser solamente una consecuencia lógica.
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